Despedidas y regresos en el boxeo 6 "Prichard Colón"

Despedidas y regresos en el boxeo 6

"Prichard Colón"

Luis Ramón Molina.
Venezuela.

 Nacido en Maitland, Florida, Estados unidos, Prichard Colón es un joven de 28 años de edad, al cual la negligencia boxística de un profesional que no hizo bien su trabajo, le propinaron daños irreversibles y no deseados para nadie en este planeta.

Es normal que un púgil tome la decisión de retirarse joven porque así lo considere o porque sienta que el boxeo no es su fuerte, pero que una mala acción de otra persona, repercuta tanto en la vida de otra, al punto de truncarle sus sueños para siempre, es algo que no tiene nombre.

Además de la estadounidense, Prichard tiene la nacionalidad puertorriqueña, debido a que vive en la isla junto a sus familiares allí desde los 10 años, país donde también inicia su andar en el deporte de los puños.

Siendo un estudiante de administración de empresas en la universidad, Colón iniciaba su carrera como boxeador aficionado, la cual estuvo plagada de éxitos, ya que se hizo de 5 campeonatos nacionales en las divisiones de 141 y 152 libras, además de conquistar  la medalla de oro en el Campeonato Panamericano Juvenil 2009. Luchó en las Preolímpicas de Brasil para ganar un pase a los Juegos Olímpicos de verano de 2012 en Londres, pero perdió contra un contendor  venezolano en la tercera ronda.

Luego de conseguir un registro amateur de 176  victorias y solo 15 reveces, el boricua decide saltar al profesionalismo en el 2012, su primer combate sería el 23 de febrero del 2013 en el  Cosme Beitía Salamo Coliseum en Cataño, Puerto Rico, donde noqueó a Xavier LaSalle en el mismo primer asalto, para iniciar así, su andar en el boxeo rentado.

Entre 2013 y 2014, realizó 12 combates, saliendo en todos con la mano en alto, por lo que ya le tocaba una prueba más dura.

Esa prueba iba a llegar el  17 de septiembre del 2015, cuando en el Ricoh Coliseum en Toronto, Ontario, Canadá, colón mediría fuerzas ante el experimentado Vivian Harris, a quien fulminaría en 4 vueltas para mantener su invicto y sus aspiraciones de algún día, ser campeón del mundo.

Un mes después, el 17  de octubre del 2015, Prichard Colón se enfrentaría a Terrell Williams en un combate que estaba fuera del programa oficial, pero que ingresó al mismo, luego qué, Andre Dirrell no pudo enfrentar a Blake Caparello por problemas médicos.


La velada se llevó a cabo en el EagleBank Arena en Fairfax, Virginia,  lugar que a su vez, sería, el último evento donde Colón dijera presente como boxeador profesional.

Ambos luchadores combatieron durante 9 rondas, en las cuales por un golpe bajo y por golpear detrás de la cabeza, Colón y Williams fueron penalizados respectivamente.

El ocaso de la reyerta, vendría en esa fatídica novena ronda, donde Williams logró derribar dos veces al boricua, quien no saldría para la décima ronda.

Hasta aquí, podemos decir que Terrell Williams logró un impresionante nocaut sobre Prichard Colón y todo estaría bien, pero lo cierto es que no hubo nocaut legal, y además, nada está bien.  

La esquina de Colón afirmaba que el púgil era incoherente y experimentaba mareos, además de vomitar luego del combate, así que fue llevado al hospital con urgencia, donde se le diagnosticó una hemorragia cerebral.

Pese a que no era un buen momento para Prichard y los suyos, todavía cabía la posibilidad de que todo fuera un accidente y no hubiese responsables, solo un golpe letal o la acumulación de muchos de ellos, un evento desafortunado donde no hay culpables.

Es bien sabido que  en el boxeo estas cosas pasan. Los golpes pasan factura y el resultado es fatal, pero este no era el caso, Prichard no perdió por la pegada de su rival, sino por los golpes ilegales de este durante todo el combate, golpes que el referí solo sancionó una vez.

Williams golpeó a Prichard durante todo el combate en la parte posterior  de la cabeza o al menos eso intentaba hacer, de hecho la única vez que lo sancionan, el golpe fue tan fuerte, que el boricua terminó en la lona. 

Y en la lona terminaron los sueños del muchacho de Puerto Rico también, debido a que  las cosas no iban a mejorar para él, sino que en estado vegetativo iba a terminar luego de esta terrible injusticia, injusticia de la que nadie se haría cargo.

En la actualidad, Richard va mostrando mejorías leves de salud, mueve los brazos, asiente o niega con la cabeza cuando le realizan una pregunta. Es una verdadera pena, que un púgil con tanto talento haya pasado por una situación tan dura, un despido tan drástico y doloroso, que la palabra regreso, ni si quiera se menciona en su ambiente.

Se comprueba, en historias como esta, que el boxeo no es el deporte donde todos se hacen millonarios, y surge económicamente todo el que lo practica, más bien es el deporte donde se arriesga más de lo que se gana en cada salida al cuadrilátero, el deporte donde cada pelea puede ser la última, y donde no siempre los  encargados de impartir justicia cumplen con su labor.

Es fácil a veces como fanáticos del boxeo, criticar una mala pelea o un mal desempeño  de  un luchador, no es lo mismo mirar desde afuera que estar dentro.

Hoy, cuando ya han pasado 5 años de este terrible suceso, los fanáticos de este deporte siguen indignado con el triste desenlace del mismo, mientras la familia del boricua, esperan el milagro que los médicos descartaron de lleno. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Despedidas y regresos en el boxeo Daniel Jacobs.

la escritura y la música como medio de expresión artístico